La avaricia es un deseo desordenado de poseer y adquirir riquezas con el fin de atesorarlas. La codicia, es el afán excesivo de riquezas sin necesidad de querer atesorarlas.
Se considera que la codicia o la avaricia lleva implícitas conductas como la búsqueda o acumulación de objetos, estafa, robo, engaños y manipulación. Tales actos pueden incluir la simonía (la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales)
Los budistas creen que la codicia esta basada en una errada conexión material con la felicidad. Esto es causado por una perspectiva que exagera los aspectos de un objeto.
Entonces, ¿necesitamos poseer y atesorar riquezas para ser felices? ¿O es sólo un engaño?
¿La avaricia empieza donde acaba la pobreza? ¿O está presente en la pobreza misma?
La sociedad occidental nos lleva a la idea de necesitar una TV de plasma de 50 pulgadas, un coche fantástico, un ático duplex en el centro de una gran ciudad, ser guapo, delgado, tener éxito, ser eternamente joven... Nos crea la ansiedad por no poder llegar a esas expectativas. Pero, ¿de verdad es todo eso necesario? ¿Es sano querer siempre más y mejor?
Desde mi punto de vista, me parece más lógico necesitar tener acceso a una alimentación adecuada, a ropa con la que poder vestirte, a poder disfrutar del ocio, tener acceso a una educación pública y gratuita, a estar sano, tener amor y ser feliz.
Todo esto sin mirar qué tiene el otro que no tengo yo ni dejarme llevar por lo que la sociedad me exige o me muestra.
Por todo esto, yo no quiero ser millonaria. Porque no lo necesito.