La esquizofrenia es uno de los prototipos de enfermedad mental y de los trastornos psicóticos.
El tarstorno se caracteriza por la presencia de al menos dos de los signos y síntomas (delirios, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento catatónico o gravemente desorganizado, o síntomas negativos, que son aquellas cosas que la persona deja de hacer y que los individuos sanos pueden realizar cotidianamente, como pensar con fluidez y con lógica, experimentar sentimientos hacia otras personas, tener voluntad para levantarse cada día) que se manifiestan de forma significativa durante el periodo de 1 mes (o menos si han sido tratados convenientemente y ha habido alguna manifestación del tratorno durante al menos 6 meses.
No existe un síntoma cuya existencia sea suficiente para emitir el diagnóstico de la esquizofrenia, sino que implica la presencia de un conjunto de manifestaciones entre las que destacan las psicóticas.
El siguiente video nos explica qué es la esquizofrenia, sus posibles causas, los subtipos de esquizofrenia y los síntomas que presentan.
Clasificación:
- Sintomática:
- Tipo Paranoide: se caracteriza por la presencia de ideas delirantes y alucinaciones auditivas, estando menos afectados el lenguaje, la afectividad o el comportamiento. Los delirios tienen contenido persecutorio, de perjucio, de grandeza o referencial, organizados en torno a una temática central, y las alucinaciones suelen guardar relación con dicha temática. Su inicio es más tardío que el de los otros tipos. Hay un menor deterioro, tanto cognitivo como social, por lo que su pronóstico es el mejor de los diferentes tipos de esquizofrenia.
- Tipo Desorganizado (hebefrénica): lenguaje y comportamiento desorganizado, además de presentar una afectividad aplanada o inapropiada. Existe una preponderancia de síntomas negativos. Estos síntomas afectan a sus actividades cotidianas, produciendo un gran deterioro en su vida social y laboral. Las ideas delitantes y las alucinaciones no suelen estar organizadas, sino ser fragmentarias y desorganizadas con muy escasa sistematización. Importante afectación cognitiva e intelectual en ausencia de catatonia. Presentan gran simpleza y extravagancia en su pensamiento y conducta. Su inicio suele ser muy temprano e insidioso, seguido de un curso continuo y sin remisiones significativas. Su pronóstico es malo.
- Tipo Catatónico: su característica principal consiste en una alteración de tipo motor que puede manifestarse unida o no a catalepsia, flexibilidad cérea, agitación motora, negativismo, obediencia automática, ambivalencia, mutismo y otras peculiaridades motoras. Actualmente este trastorno es muy poco frecuente.
- Tipo indiferenciado: presencia de los criterios de esquizofrenia pero no encaja en ninguno de los tipos anteriores.
- Tipo residual: cuadro en el que ha habido un episodio psicótico, pero que en el momento del diagnóstico no existen síntomas positivos, pero existen manifestaciones continuas en forma de síntomas negativos.
- Tipo simple: categoría clásica que permanece en la CIE-10. En DSM-IV se encuentra en el Apéndice B (criterios y ejes propuestos para estudios posteriores). Se caracteriza por un inicio insidioso y progresivo de un comportamiento extravagante, de una disminución en el rendimiento general y una incapacidad para satisfacer las demandas sociales. No existe la evidencia, en ningún momento, de la presencia de alucinaciones o delirios. Por lo que se caracteriza por la presencia de síntomas negativos sin que en ningún momento aparezca un episodio psicótico, que es lo que marca la diferencia con el tipo residual. Su pronóstico es muy malo.
- Tipo I: se caracteriza por la sintomatología positiva (alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento, conducta desorganizada o extraña), suele existir un buen ajuste premórbido, un inicio agudo y un curso con exacerbaciones y remisiones, una buena respuesta a los neurolépticos y un mejor pronostico sin apenas deterioro intelectual. La alteración principalmente sería un desajuste neuroquímico (incremento de receptores dopaminérgicos D2) según numerosas investigaciones.
- Tipo II: los síntomas típicos son negativos, con peor ajuste previo a la enfermedad, un inicio insidioso y un curso crónico, una mala respuesta a los neurolépticos y peor pronóstico. Aparece un fuerte deterioro cognitivo y emocional, siendo efecto de una alteración cerebral (pérdida celular en estructuras del lóbulo temporal y giro parahipocámpico).